domingo, 20 de febrero de 2011
Arte y azar
Por qué siempre se tiende a desconfiar de los artistas? Por qué se duda de sus métodos y maneras? Se piensa que son vagos y caraduras, que sus obras son resultado del azar, que cualquiera podría realizarlas. Pues bien, en buena parte es culpa de sus declaraciones, que suelen ser vagas e imprecisas.
"También podemos encontrar otro tipo de holgazán, el holgazán que lo es a pesar suyo, que vive con cierta amargura debido a un gran deseo de acción, que vive en la inactividad porque vive en la imposibilidad de hacerlo, ya que se encuentra preso en alguna cosa, porque no posee lo que necesitaría para ser productivo, porque la fatalidad de las circunstancias lo reduce a ese punto; un holgazán así no sabe siempre él mismo lo que podría hacer, pero lo siente por instinto; de esta manera, sirvo para algo, tengo en mi interior una razón de ser, sé que podría ser un hombre totalmente diferente. ¿En qué resultar útil?, ¿en qué servir?¿hay algo dentro de mí?, ¿qué es entonces?
Este es un holgazán distinto; tu puedes, si lo juzgas bien, tomarme por uno de éstos"
Este es un holgazán distinto; tu puedes, si lo juzgas bien, tomarme por uno de éstos"
Y Leonardo da Vici pensaba .... que las grandes inteligencias producen más cuanto menos trabajan". Y así siguen echando leña al fuego. Cuando Kandinsky pintó el primer cuadro abstracto en 1910 no se le ocurrió nada mejor que contar cómo había surgido la idea:
"...de repente vi una cuadro de una belleza indescriptible, impregnado de un brillo interior. Al principio quedé paralizado, pero enseguida me dirigí rápidamente hacia aquella misteriosa pintura, en la cual sólo distinguía formas y colores, y cuyo tema era incomprensible. Pronto descubrí la clave del enigma: era uno de mis lienzos puesto de lado y apoyado sobre la pared. Al día siguiente traté de revivir a la luz matinal, la impresión que experimentara la víspera frente al cuadro. Pero sólo lo logré a medias; aún estando de costado, no dejé de reconocer los objetos, y faltaba el bello fulgor del crepúsculo. Ahora ya estaba seguro de que el objeto perjudicaba a mis pinturas".
Ya véis, una feliz casualidad, un encuentro fortuito, el azar que viene a echarnos una mano.
Ya véis, una feliz casualidad, un encuentro fortuito, el azar que viene a echarnos una mano.
A pesar de que Baudelaire opinara qué: "...no hay azar en el arte, como no lo hay en la mecánica. Algo felizmente hallado es la simple consecuencia de un buen razonamiento, del cual se han omitido a veces las deducciones intermedias. Un cuadro es una máquina, donde todos los sistemas son inteligibles al ojo técnico; donde todo tiene su razón de ser.", y Pollock afirmara de su trabajo que: "...cuando pinto, tengo una noción general de lo que tengo entre manos. Puedo dominar el flujo de la pintura; no hay nada accidental", nos entra serias dudas al respecto cuando lo vemos en acción.
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