Hay tres ensayos de filosofía estética de Umberto Eco que son fundamentales en la historia del pensamiento del siglo veinte;"Apocalipticos e integrados", "Obra abierta" y "La definición del arte". De este último vamos a ver un fragmento en el que interpreta la función del arte contemporáneo.
"El hombre debe habituarse a no habituarse nunca, debe reconcocer en lo mutable, en la revisión de los esquemas, en la dinámica de un replanteamiento contínuo de los modos de ser en el mundo y de ver el mundo, nuestra condición normal y privilegiada.
De aquí la función pedagógica del arte contemporáneo, y la justificación más simple de ese vertiginoso sucederse de lenguajes que ha caracterizado la aventura del arte de este siglo.
El arte, en realidad, no ha hecho nada más que respertar el ritmo que la ciencia ha dado a nuestro modo de ser en el mundo; no ha podido esperar a que su público se acostumbrase a una solución para proponer otra, porque en realidad se trataba de habituar a un público a no adquirir hábitos, habituarse a la sucesión, a no descansar nunca en un modelo adquirido."