Delacroix está en Caixa Fórum, Madrid, y nos hemos querido acercar a lo que fue este apasionado personaje a través de lo que el mismo escribió en su diario:
Sábado, 16 de abril de 1853. Por la mañana, me han traído a Millet. Habla de Miguel Angel y de la Biblia, que es, dice, el único libro que lee o casi. Esto explica el carácter un tanto ambicioso de sus campesinos. Además, él mismo es un campesino y alardea de eso. Es de la pléyade o de la cuadrilla de los artistas barbudos que han hecho la revolución de 1848, o que la han aplaudido, creyendo al parecer que con ella llegaría la igualdad de los talentos, como la de las fortunas. Millet me parece, sin embargo, por encima de ese nivel como hombre y, en el pequeño número de sus obras, poco variadas, que he podido ver, se halla un sentimiento profundo, pero presuntuoso, que oscila entre una ejecución seca o confusa (…)
Miércoles, 30 de noviembre de 1853.
(…)¡Qué vida la mía! Hacía esta reflexión oyendo esa bella música, sobre todo
la de Mozart, que respira la calma de una época ordenada. Estoy en esa fase de
la vida en la que el tumulto de las locas pasiones no se mezcla con las
deliciosas emociones que me proporcionan las cosas bellas. No sé lo que son los
papeles y las ocupaciones engorrosas, que son las de casi todo los humanos;
en lugar de pensar en negocios, no pienso más que en Rubens o en Mozart: mi gran ocupación durante ocho días es el recuerdo de una melodía o de un cuadro. Me pongo a trabajar como los demás corren a casa de su amante, y cuando acabo, evoco en mi soledad o en medio de las distracciones que encuentro, un recuerdo encantador, que apenas se asemeja al turbado placer de los amantes (...)
15 de mayo de 1855. (...) He visto la exposición de Ingres. En esta exhibición, lo ridículo domina en alto grado; es la completa expresión de una inteligencia incompleta; en todo hay esfuerzo y pretensión; ni una chispa de naturalidad.
12 de diciembre de 1856. (...) Mozart escribe en alguna parte, en una carta, a propósito del principio de que la música puede expresar todas las pasiones, todos los dolores, todos lo sufrimientos:
"Sin embargo, dice, las pasiones, violentas o no, jamás deben ser expresadas hasta el hastío, y la música, aun en las situaciones más horribles, no debe nunca afectar al oído, sino halagarlo y encantarlo y, por consiguiente, ser siempre música"
Obras realizadas por Cruz, Cristina, Manolo, Jorge, Laura, Luisa y Paula. Gracias a todos.
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