viernes, 8 de junio de 2012
Rilke, secretrario de Rodin
Cuando Rodin compendiaba la superficie de sus obras en puntos culminantes, cuando elevaba un saliente o daba más profundidad a una cavidad, procedía de igual manera que la atmósfera con las cosas que le fueron entregadas hace siglos (...)
(la luz en las esculturas)... se adapta, vacila, permanece, habita en ella.
Rodin podía captar y variar las distancias con una superficie viva, como con un espejo, y podía conformar un gesto que le parecía exagerado y obligar al espacio a participar en él.
(...)y están ahí unas figuras ligeras que se alejan rápidamente, y que al marcharse, nos sumen en perplejidad, como si no pudiéramos olvidarlas.
(...) últimos árboles de un bosque caído .
En París, en 1902, Rilke conoció al escultor Auguste Rodin y fue su secretario de 1905 a 1906. En una época de dificultades económicas y personales para Rilke, la convivencia con el escultor significó un punto de inflexión en su quehacer poético.
Aquí os dejamos unas cuantas reflexiones del "secretario de Rodin", son en prosa pero sin duda llegan a través de la poesía.
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