Séneca con temple a la cola

Copia del busto romano de Séneca realizado por Laura con la técnica del temple a la cola. Un breve encaje con el pincel y tonos claros para después velarlos con los oscuros, con lo que conseguimos tonos medios transparentes y luminosos.

Fases del trabajo:

Apunte en acuarela de un retrato

Acuarela de Ángela. Un apunte de cuatro horas basándose en una lámina.

Flores con tinta y sanguina

Quizás movidas por el espíritu de la primavera. Sole e Isabel nos dejan estos dos dibujos de calas, realizados en sanguina y tinta.

retrato de niña con acuarela

Trabajo en acuarela de Gide, basado en un retrato fotográfico que solemos usar en el Estudio de Arte del Orzán, por las gradaciones de tonos que contiene y que en este caso, han sido interpretas con gran soltura. También resaltamos el acertado juego de texturas creadas a partir del uso de diferentes pinceladas.

Plaza de las Bárbaras en óleo

Pequeño óleo pintado por Lucila con una de las vistas más bonitas de la ciudad vieja de A Coruña, la plaza de las Bárbaras.

Medardo Rosso: un escultor impresionista

En un escrito que publicó Claris en la Nouvelle Reveu, Rosso afirmó, contestando a una encuesta sobre el impresionismo en escultura (y es esta una declaración fundamental para darse cuenta de cuales fueron sus ideas referentes al arte): "A mí, en arte, me interesa sobre todo hacer olvidar la materia".

"En la naturaleza no existen límites, por lo tanto, tampoco puede existir uno en la obra de arte. Así se podrá representar la atmósfera que circunda a la figura, el color que la anima, la perspectiva que la ubica. Cuando hago un retrato no puedo limitarlo a las líneas de la cabeza porque esta cabeza pertenece a un cuerpo, se encuentra en un ambiente que ejerce influencia sobre ella, es parte de un todo que no puedo expresar. La impresión que me da una persona no es la misma que experimento viéndola sola en un jardín o en medio de un grupo de gente, en un cuarto o en la calle."

"No se gira entorno de una estatua como no se gira entorno de un cuadro, porque no se gira enteramente en torno de una forma para captar la impresión que de ella emana. Nada material hay en el espacio. Concevido así, el arte es indivisible. No existe por una parte la pintura y por otra la escultura. Lo que sobre todo cuenta es buscar, con cualquier medio, el modo de expresar una obra que por la vida y la humanidad que contenga, comunica al espectador todo aquello que suscitaría en él el grandioso espectáculo de la potente y sana naturaleza."

Texto: Giuseppe Marchiori. "Los grandes escultores, Medardo Rosso". Ed. Viscontea

Estudios de manos

 Terminamos la semana con estos seis estupendos apuntes de manos dibujados por María, copiando obras de artistas de diferentes períodos históricos. En la primera hoja compagina a un maestro del retrato francés del XVIII, Hyacinthe Rigaud, con la mano derecha del David de Miguel Angel.

De estas dos manos una es de Antoine watteau y la otra de Annibale Carracci, pintor barroco italiano fundador de una de las primeras academias de arte de la historia, Academia de los Desiderosi.

Y por último estos dos apuntes del ya citado Antoine Watteau, pintor barroco francés famoso por sus escenas de cortejo amoroso y diversiones, es el máximo exponente del estilo rococó.

El Jinete Azul y Anton Webern

Los pintores expresionistas del grupo El Jinete Azul, grandes apasionados de la música, subrayaron las afinidades entre sus creaciones y las composiciones musicales y afirmaban su deseo de utilizar los colores del mismo modo que los compositores se sirven de las notas.

Su modelo por excelencia es la dodecafonía, el particular método compositivo establecido por Schönberg en "El tratado de la armonía" y desarrollado por sus alumnos Berg y Webern.

La dodecafonía definida como un sistema para componer con doce notas relacionadas entre sí, provoca una auténtica revolución en el mundo musical y modifica radicalmente su tradición.

Anton Webern lleva a sus últimas consecuencias las investigaciones atonales, con una música rica en vibraciones y sutiles emociones, equiparable a la pintura de El Jinete Azul.

 Texto:"Expresionistas" de Gabriele Crepaldi.

Cuatro dibujantes de clase

 

Cuatro dibujos de Regina, copias de Rafael con lápiz compuesto y Goya, Leonardo y Gargallo con tinta china.

Carmen sigue iniciándose en la técnica del carboncillo con este modelo del natural.

Resultado rotundo en este dibujo a lápiz de grafito de Luis

Y María, que con una linea muy expresiva trabaja sobre el dibujo y el movimiento con la tinta china y palillo.

Botijo,busto y espejo

Fabián terminó el viernes este carboncillo de un modelo del natural en el que apreciamos gusto por el detalle, un trazo personal y una interesante representación atmosférica.

Cuatro estudios de retrato

Mirando estos estudios de retratos realizados a finales del siglo XVI, en pleno barroco por Rubens o Van Dyck (no esta adjudicada la autoría), casi sentimos la mirada de sorpresa del pintor ante una morfología y colores nuevos que le obligan a aparcar su técnica a favor de un naturalismo y una expresividad que deja libre el pincel de idealismos.

Estos estudios parecen haber sido realizados no antes del XIX, cuando el Romanticismo ya había realizado su trabajo liberador en el figura del artista y difundido el gusto por lo exótico. 

En este caso, estamos ante la prueba de que este espíritu libre siempre estuvo en el interior de los grandes pintores de la historia, y de que el gusto por lo exótico no es más que la búsqueda de  nuevos retos y superación técnica.

Dibujando con Rubens

 Hoy tenemos este apunte realizado por Regina a partir de una obra de Rubens. Es un dibujo con lápiz compuesto y difumino en el que destacamos la decisión en la aplicación de las sombras y soltura en el trazado de las líneas.

Paisaje en acuarela de Andrew Wyeth

Copia de una acuarela del pintor realista norteamericano Andrew Wyeth, realizada por Leticia utilizando una técnica mixta de tinta y acuarela.

Botijo y cafetera a sanguina

Aquí tenemos los  primeros dibujos a sanguina de Soledad, nuestra alumna online. Simplificación de las formas y los tonos para estos ejercicios de dos horas.

 

Mujica Láinez: "El unicornio"

"Me eché a dormitar —también las hadas duermen—, cubierta por el baldaquín metálico que formaba la comba de una campana, y mi antiguo sueño, el sueño de mi adolescencia famosa, escandalosa, tornó a visitarme. Pienso que debo narrarlo en seguida, para que él lector aprecie con exactitud la jerarquía excepcional de quien escribe para él. Pero, puesto que ese repetido sueño y la historia de mi vida constituyen un todo inseparable, referiré, concretamente, en las primeras páginas de este libro que será sin duda extenso y curioso, mi vida, mi vida que semeja un sueño, porque así lo quiso la incalculable fantasía de Dios, y el lector sabrá a qué atenerse. 

Por lo demás, es una anécdota harto conocida. Los aldeanos la narran, junto al fuego, sin tantos pormenores; las madres —acaso esa madre que arrullaba a su pequeño, cerca de la torre de Lusignan— la cuentan y cantan admirablemente a sus hijos; los poetas la exaltaron con más o menos eficacia; y los estudiosos especialistas la han analizado con paciencia, sin conseguir, empero, todavía, y eso que su esfuerzo ha sido notable, acumulando las fichas tristemente folklóricas y las búsquedas en las que la filología sagaz rivaliza con el erudito candor, despojarla de un lirismo dramático que me enorgullece y me asusta y que hasta hoy demuestra ser más fuerte que sus metódicos embates sabios.

 Es la historia de un hada, la vida de un hada; que quien no crea en las hadas, cierre este libro y lo arroje a un canasto o lo reduzca al papel suntuario de relleno de su biblioteca, lamentando el precio seguramente substancioso que habrá pagado por su gruesa estructura. Al proceder así y al no tener en cuenta que todo, absolutamente todo, en este mundo inexplicable, funciona por razones que se nos escapan, su escepticismo anticuado, que tacharía de Victoriano, de no mediar mi respeto por esa gran reina, lo privará de enterarse de asuntos de interés trascendente.

Lo siento de antemano por él: hay distintos modos de ser un pobre de espíritu; hay distintos modos de andar por la Tierra tildándola de insípida, aburriéndose, dejándose morir de monotonía y de tedio; y uno de ellos —tal vez el más tonto— consiste en negarse a probar la sal y la pimienta ocultas que la sazonan de magia."

Imágenes:  "La dama y el unicornio" , tapices del museo de Cluny