En un escrito que publicó Claris en la Nouvelle Reveu, Rosso afirmó, contestando a una encuesta sobre el impresionismo en escultura (y es esta una declaración fundamental para darse cuenta de cuales fueron sus ideas referentes al arte): "A mí, en arte, me interesa sobre todo hacer olvidar la materia".
"En la naturaleza no existen límites, por lo tanto, tampoco puede existir uno en la obra de arte. Así se podrá representar la atmósfera que circunda a la figura, el color que la anima, la perspectiva que la ubica. Cuando hago un retrato no puedo limitarlo a las líneas de la cabeza porque esta cabeza pertenece a un cuerpo, se encuentra en un ambiente que ejerce influencia sobre ella, es parte de un todo que no puedo expresar. La impresión que me da una persona no es la misma que experimento viéndola sola en un jardín o en medio de un grupo de gente, en un cuarto o en la calle."
"No se gira entorno de una estatua como no se gira entorno de un cuadro, porque no se gira enteramente en torno de una forma para captar la impresión que de ella emana. Nada material hay en el espacio. Concevido así, el arte es indivisible. No existe por una parte la pintura y por otra la escultura. Lo que sobre todo cuenta es buscar, con cualquier medio, el modo de expresar una obra que por la vida y la humanidad que contenga, comunica al espectador todo aquello que suscitaría en él el grandioso espectáculo de la potente y sana naturaleza."
Texto: Giuseppe Marchiori. "Los grandes escultores, Medardo Rosso". Ed. Viscontea
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