A todos nos
sorprende la capacidad de la naturaleza para dar aliento a nuestras inquietudes
más abstractas. La utilización de una parte del todo, el cambio de escala, la
extrapolación del colorido, son, entre otras, herramientas que utilizamos para
expresarnos en muchas ocasiones casi sin darnos cuenta. Quizás intuimos
que desvistiendo las imágenes de sus
referentes más directos, conseguimos llegar a la esencia de lo que nos conmueve:
la emoción inexplicable que clava nuestros pies delante de una obra de arte.
Obras en cerámica esmaltada de Ysabel Rumbo, ex alumna de Estudio de arte del Orzán, expuestas actualmente en el Liceo de Betanzos. En estos días en los que el mar aún se resiste a dejarnos entrar, Ysabel extrae sus secretos y nos los presenta profundos y delicados, como los micromundos que encontramos en las charcas de las rocas marinas.
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