Joaquina Téllez-Girón y Pimentel, marquesa de Santa Cruz es un óleo pintado por Francisco de Goya en 1805 a la edad de 59 años. Es una obra en la que Goya muestra su madurez creativa y un amplio dominio de la técnica, es fantástica su representación de la atmósfera perfectamente equilibrada entre los tonos cálidos del fondo y los fríos del vestido con las carnaciones reflejando sutilmente ambos extremos.
Desde los suaves degradados de los tonos claros de la piel hacia las oscuridades del fondo, hasta los fuertes empastes de color en la tela blanca, Goya nos brinda un espectáculo de maestría en el manejo de las texturas y calidades de los materiales.
En este período realizó muchos retratos en la corte, la mayoría de ellos son de una penetración psicológica sin igual en la historia del arte. En esta obra nos muestra a una joven de veintiún años, representante de la culta y refinada aristocracia española, a la que ya había retratado dieciocho años antes.
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