Quien por igual no ama todo aquello que a la pintura pertenece, no es universal. Si es el caso que el paisaje no lo atrae, dirá entonces que es cosa simple y fácil de entender. Así, nuestro Botticelli decía que era vano estudio, pues bastaba con arrojar sobre un muro una esponja embebida en distintos colores, la cual dejaría una mancha donde poder ver un bonito paisaje.
Bien cierto es que en una mancha pueden verse las distintas composiciones de cosas que en ella se pretenda buscar: cabezas humanas, diversos animales, batallas, bajíos, mares, nubes, bosques, etc; ocurre como con las campanas, que en ellas puedes oir lo que te plazca. Pero aunque esas manchas alimenten tu invención, no te enseñan a rematar detalle alguno. Y aquel pintor hizo muy pobres paisajes.
de Preceptos para el pintor, escrito por Leonardo da Vinci.
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